Radio Romanul Escucha en vivo

Radio escuchar Radio Romanul en directo Online España La calidad y la emisión continua.

Información De Contacto… Sus comentarios son aceptados.

Ya déjalo. [mujer por radio] …le repito… Tenemos un protocolo, no nos podemos quitar el chaleco. Porque si te quitas el chaleco y llegas a fallecer, el seguro de vida no te paga. Ya vamos a llegar. Tampoco se lo puede llevar por protocolo, porque si llega a fallecer en la unidad, es responsabilidad para el que lo movió. [Teresa] Después de esa circunstancia, se vuelve más difícil la vida como hijo y como papás, porque vives con la adrenalina de que nosotros estamos desprotegidos. En alguna ocasión que yo salí de la Academia, ascendí, lo alcancé en su grado y le dije: “No, pues ya somos iguales”. Dice: “No, no te equivoques. Yo tengo antigüedad, tengo experiencia. Yo tengo esto y tú no”. Como vio que lo empecé a ayudar y que ya lo protegía, pues ya no le quedó de otra más que reconocerlo, pero en escritura, porque de palabra y de frente, pues la verdad es que nunca me lo dijo. [música de fiesta] ¿Qué onda, güey? ¿Cómo estás? ¿Todo bien? Sí. Pásenle, está bien chido. Nada, pásenle. Hola. Felicidades. Gracias. ¿Cuál es su nombre? Julia, poli, buenas noches. Buenas noches, poli. Ya no son horas. Tenga consideración de los vecinos. Ay. Los vecinos trabajan. Seguramente usted es estudiante y salió de vacaciones, pero la gente trabaja. No, poli, no soy estudiante, ya trabajo. Y nada más en este edificio donde vivimos… ¡Híjole! [ríe] No mamen, hijos de la verga. Güey, ¡no mames, no sean ojetes! ¿Qué pedo? Ay, poli… No, señorita, eso ya no se vale. Siempre hay un ojete en tus amigos, ¿a poco no? Es de la verga. ¿Sabe qué pasa si llego con la patrulla dañada? Vamos a arreglar de otra manera. Por Sor Juana Inés de la Cruz. Acá entre nos, ¿eh? Ese chaparro, a la verga. Ya, señorita. Venga, órale, ¿eh? Ahí estamos. Vamos a hacer el amor, poli. Ya. Vamos a celebrar la vida. Ya. Haz el amor, pendejo. Hágame y circulen. [continúa música de fiesta] Y como vio que lo empecé a ayudar y que ya lo protegía, pues ya no le quedó de otra más que reconocerlo, pero en escritura, porque de palabra y de frente, pues la verdad es que nunca me lo dijo. Aquí lo traigo. Dice: “Mi niña, cada día me sorprendes más,
Email: [email protected]