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Hicimos escala en el puerto más próximo radio radio para que Jim recibiera asistencia médica adecuada, Adiós, señor. Los demás pacientes estaban encantados de estar en tierra, Pero Jim anhelaba el mar abierto, la acción, Entretanto, frecuentaba los muelles abarrotados de gente, Se mantenía alejado de las desgracias humanas, ¿Un par de peniques, señor? Me sacarán del apuro. Gracias. SALA DE CONTRATACIÓN DE MARINEROS Ya podía manejarse sin ayuda del bastón, Se alistó en el primer barco disponible, El barco era el SS Patna, Señor, contempla un barco muerto, de eso no me cabe duda. Partía hacia el mar Rojo, Cargamento: musulmanes en su peregrinaje a La Meca, Buenos días, capitán. Soy el nuevo primer oficial. ¿Cuánto hace que es primer oficial? Dos años. Británico, ¿no? El barco era tranquilo, seguro, El mundo estaba firme bajo sus pies, Sentía que él era el único responsable de cada alma a bordo del barco, Estaba a la altura de las circunstancias, Nada le amedrentaba, Señor, el barómetro cae a toda velocidad. ¿Cuánto, señor? ¿Cómo voy a saberlo? Yo me levanto, el barco baja. Pronto arreciará la tormenta. Este viejo horno se calmará, ¿no? ¡Sr. Robinson! Motores a media velocidad. ¡No! ¡Anda, calla! Mantenlo estable. Calor. Abajo sí que no hace calor. ¿Qué haces en mi puente? ¿Dónde esperas que me tome un respiro? ¿Abajo en ese infierno con esos despreciables? ¿Estás borracho? ¿Cómo quieres que aguante este antro de mala muerte? ¡Irás al bergantín, canalla! ¿Qué ocurre? El mapa muestra brazas. ¿Se mantiene a flote? Más. Se ha roto el casco. ¿Adónde va? A ver si hay daños. He oído algo. No hay motivo para alarmarse. Parecía radio Es la niebla. Nos hace imaginar cosas. Déjelo. Sólo querían agua. Se hinchaba, lo juro. Un millón de toneladas de presión radio radio y nada que lo retenga, salvo el papel de estraza. ¡Papel! Se hundirá como un trozo de plomo. ¡Cállate! Lo apuntalaremos. Escuche. Se está rompiendo. Espera. No hay tiempo. Son y sólo hay dos barcas. ¡Apaga los motores! No hay tiempo radio ¡Apaga los motores! Sí, señor. Muy razonable. Muy lúcido, señor. ¡Aprisa! Allí, en la oscuridad, solo ante lo inesperado radio radio Jim se contagió del terror del otro hombre, Su imaginación le hizo ver lo que temía ver, Sí. Sí. ¿Corremos peligro? ¡Sólo si cunde el pánico! Debemos soltar los botes salvavidas. ¿Por qué? ¿Para que nos abandonen? ¿Eso cree usted? No. Dejadle pasar. Dejadle pasar. Échele una mano, rápido. Hay que soltar los dos botes. Sí, pero de uno en uno. Hay que abandonar antes de que arrecie la tormenta. ¡Empuje! ¡Empuje! ¿Y ellos? ¿Quiénes? ¡Ellos! ¡Están muertos! ¡Acabados! ¡Nada puede salvarlos! ¡Salte, rápido! ¡Salte! ¡Corra, salte! ¡Salte! ¡Salte! ¡Rápido! ¡Salte! ¡Corra! ¡Salte! Estamos todos en el mismo barco. A todos nos espera lo mismo. No sé radio Se ha hundido, ¿no? Lo vi con mis ojos. Se hundió con la tripulación a bordo. Se hundió. Lo juro. Con todos los infieles. ¡Oye! ¡Menos mal que saltamos! ¿Te das cuenta? Para el trío de bribones radio radio el rescate del Patna fue una prueba de su deserción, Para Jim fue una broma de mal gusto, COMISIÓN DEL PATNA ¡Compre el periódico! La investigación no se hubiera llevado a cabo radio radio si Jim hubiera desaparecido con los demás, Al insistir que quería hacer una confesión pública radio radio el asunto del Patna se convirtió en un escándalo, ¿Qué le hizo cambiar de idea? Él. ¿Cómo? Me dio su palabra. Confié en él. Evidentemente, se equivocó. Muchas gracias. El oficial francés, por favor. ¿Usted rescató el Patna? Sí, señor. ¿Diría que el barco corría peligro de hundirse? Es posible. Al remolcarlo radio No se trata de eso. El peligro nunca es el barómetro de la conducta de un oficial. ¿Admitiría, teniente, que su comportamiento radio radio fue el acto inexcusable más absoluto de un cobarde? No me corresponde juzgar si otro hombre es un cobarde. ¿Acaso no es eso una medalla al valor? En una guerra, frente al enemigo, se espera que uno sea valiente. Lo exige la naturaleza de la guerra. En el mar, es una guerra con las adversidades. Se espera que un oficial se hunda con su barco. Lo exige el honor. ¿El honor? El honor es una cuestión personal. Muy bien. Lo exige la ley. ¿Qué ley? ¿Dónde está escrita? Entre los hombres civilizados, existe el derecho consuetudinario. Una idea obra de las aseguradoras. Necesaria porque aunque quedara un solo tripulante a bordo radio radio el barco no tendría derecho a rescate. Entonces, lealtad. Eso, lealtad. Antes había lealtad en los barcos a vela radio radio pero al introducirse el vapor, quizá los hombres cambiaron. ¿Hubiera hecho usted lo mismo? ¿Quién sabe? En ocasiones, a cualquier hombre puede acometerle el miedo. Siempre está presente, al acecho. El miedo. Muchas gracias, teniente. CANCELADO ¿Por qué? ¿Por qué insistió en tragarse todas esas inmundicias? ¿Cómo ha podido hacer una confesión tan vergonzosa radio radio en público, ante tantos nativos de risa burlona? Si quería perder la deshonra radio ¿Por qué no huyó y se escondió a seis metros bajo tierra? ¿Se da cuenta de lo que ha hecho hoy? ¿Es consciente de lo que ha hecho? Es uno de los nuestros. Su deshonra nos desacredita. ¡Nos ha sometido a todos a juicio! ¿Acaso no lo entiende? Sí, señor. Lo entiendo. ¡Jim! ¡Jim! Emprendió su camino de puerto en puerto radio radio intentando perderse entre los anónimos, Ya no soñaba con la fama ni con la gloria, Ya no quería soñar, Aceptó cualquier trabajo, en cualquier lugar, por lo que fuera, Hasta el hotel, muchacho. Anhelaba anonimato, Quería, finalmente, ser uno de los marginados sin nombre radio radio que anteriormente había despreciado y compadecido, Ayunó para olvidar su error radio radio la pesadilla recurrente a bordo del Patna, Pero el escándalo le siguió radio radio lo encontró radio radio y le hizo volver a huir, SE SUICIDA EL CAPITÁN BRIERLY POR EL ESCÁNDALO DEL S.S. PATNA El capitán perfecto había saltado, al parecer, de su propio barco, Su entrada final en el cuaderno de bitácora decía: “Si el miedo delata los defectos en uno de nosotros radio radio ¿por qué no en todos?” Una esperanza daba aliento

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